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- Brian Wong ha creado una herramienta para hacer más atractiva la publicidad en Internet.
Brian Wong- Instituto Europeo Campus Stellae
No podía beber alcohol, pero sí batir un récord. En 2005, Matt
Mullenweg sorprendió cuando, a sus 21 años consiguió financiación para
crear Wordpress, el sistema de blogs que más se usa en Internet. Brian
Wong (Vancouver, 1991) lo superó. Con solo 19 años consiguió 200.000
dólares de inversión de True Ventures para financiar su idea. Zuckerberg
fue rápido, pero no tanto, tenía 20 años cuando fundó Facebook.
Wong habla despacio, mientras picotea las patatas y una hamburguesa
de Super Duper, la cadena de moda en la ciudad, en su oficina a las
siete de la tarde y explica en qué consiste Kiip, su invento. En un
viaje en avión no encontró mejor pasatiempo que contemplar la
frustración del resto de viajeros con la publicidad de sus tabletas.
Observó que ocupaba una parte muy grande del espacio de visión,
especialmente en los juegos, y se percibía como algo negativo. A la vez,
pensó que lo que les animaba a seguir eran los logros de la dinámica
del juego: más puntos, pasar una fase, superar una prueba. Antes de
llegar al destino, Singapur, ya había pensado una nueva fórmula para que
la publicidad se convirtiera en algo agradable.
“Los consumidores ya no quieren banners”, sentencia, “sino un
reconocimiento real, una publicidad que la relacionen con un buen
momento, con un incentivo”. Entre las marcas que ya usan su plataforma
para proporcionar estas experiencias se encuentran Coca-Cola, Samsung,
Microsoft, Disney, Amazon o Victoria’s Secret.
El usuario no tiene la percepción de estar usando Kiip, solo lo
descubre cuando aparece uno de los premios, ya sea un objeto físico como
una camiseta o unas gafas de sol, un código para hacerse con una
aplicación gratis o una experiencia en el mundo real. Tampoco sabe en
qué momento llegará el premio, no es algo previsible para evitar que se
busque de manera mecánica, sino que forma parte del camino.
Wong insiste en que ellos no hacen anuncios. “Eso no va con
nosotros”, suelta con desdén. “Cobrar por una publicidad estática no
tiene sentido. Cuanto más aparece, más manía se le toma, peor es la
percepción. En el móvil es así, pero no lo quieren ver”. Kiip cobra a
los anunciantes por su capacidad de arrastre, de conseguir que los
usuarios se mantengan en ella, no por aparecer de manera estática. Dicho
de otro modo, quieren conversión, efectividad, pero no presencia visual
sin estrategia.
Kiip, leído como keep (que traducido del inglés significa seguir,
mantener) cuenta con oficinas en San Francisco, Nueva York y, más
recientemente, en Bogotá. “Me encanta la ciudad y nos pone en una
posición inmejorable para atacar los mercados de México, Brasil y
Argentina, donde estamos creciendo a muy buen ritmo”, subraya. En total
cuenta con 85 trabajadores.
Mientras que en Asia los usuarios reclaman tener premios con más
frecuencia, son pocas las veces que luego asisten al cine con las
entradas ganadas, por ejemplo. En América Latina es al contrario, son
más selectivos, pero la tasa de canje es mucho mayor. En Europa, Reino
Unido y Francia son los dos mercados que más le interesan. La última
tendencia en su campo son las aplicaciones para ponerse en forma. Un
campo que parece hecho a medida para su negocio: “Las marcas quieren
relacionarse con un logro físico, que es algo positivo, una forma de
superación”.
El joven empresario contempla con curiosidad cómo Android cada vez
tiene una tasa mayor de usuarios en móviles y tabletas. “Antes se
lanzaba primero en iOS (el sistema operativo de iPhone e iPad), ahora
casi siempre salen las aplicaciones a la vez en las dos plataformas”,
detalla. Cada año han doblado ingresos, aunque se niega a aportar una
cifra concreta.
Como reto se plantea dos aspectos. Por un lado, seguir investigando
con la clave de su negocio, dar con el momento concreto, ni antes ni
después en que se debe dar el incentivo al usuario, e intentar que sea
por leer noticias, un libro en la aplicación Kindle o, sobre todo, hacer
ejercicio con aplicaciones. Por otro, evolucionar el sistema de
autoservicio para marcas: crean una cuenta y que deciden directamente
qué quieren hacer a través de Kiip.
Cuatro años después de su fundación, contra los pronósticos de gran
parte de la industria, Wong sigue como consejero delegado de la empresa.
“No es que tengan confianza en mí porque sí, es que ven resultados. Se
dieron cuenta del potencial de la idea y me dejaron ponerla en marcha”.
FUENTE: http://economia.elpais.com/economia/2014/07/25/actualidad/1406278921_949604.html
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