Las oportunidades que generan los mercados motiva la expansión de las empresas hacia el exterior. Los mercados internacionales no sólo representan una oportunidad para canalizar el crecimiento y volumen de ventas de las empresas: la búsqueda de materias primas, la producción en otros países, subcontratación y externalización de ciertos servicios son posibilidades que tenemos arriba de la mesa.
Mas no se puede olvidar que al igual que las empresas si se internacionalizan y se lleva productos al exterior, empresas procedentes de otros países tratan de hacer el lo mismo en nuestro territorio. La competencia, aunque no se salga del propio mercado ni se pretenda vender un solo producto en el exterior, es por lo tanto de carácter internacional. Tenemos dos focos de presión que afectan directamente a la competitividad de las empresas: nuestra propia presencia en mercados exteriores y, por otra parte, la competencia internacional.
¿Y como ser capaces de hacer frente a todo eso?
El escenario competitivo actual está lleno de incertidumbres, que son aún más grandes cuando se trata de mercados internacionales. Mas esas incertidumbres pueden volverse al mismo tiempo en oportunidades: los factores que normalmente en los van fracasar en un proyecto son aquellos mismos que nos pueden hacer triunfar: trazar una estrategia y plasmarla en un plano de márketing internacional es la herramienta que te permitirá tener un mayor control sobre la internacionalización de la empresa. Es decir, ayudará a hacer frente a las amenazas y a aprovechar mejor las oportunidades.
Los elementos clave del plano de márketing internacional son:
* El entorno
* La política de comunicación
* El posicionamiento
* La competencia internacional
* La forma de entrada
* Estrategia de precios
* La política de producto
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