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La liberalización total de horarios comerciales
ha causado una gran polémica en los últimos años y distintas
estadísticas ofrecen respuestas muy diferentes sobre su impacto
económico. En ese contexto, el Gobierno de la Comunidad ha presentado un
estudio en el que comienza la defensa de esa política por la vía del
consumidor, es decir, con una encuesta que dice que el 43,5% de los
madrileños ha cambiado sus hábitos de compra desde julio de 2012, fecha a
partir de la cual se permitió abrir todos los domingos y festivos que
cada empresario decida; otro 41,3% asegura haberse beneficiado
directamente de la liberalización. Más de la mitad, sin embargo, el
55,7%, "no se ha visto afectado o ya venía aprovechando la posibilidad
de apertura en domingos y festivos previa a la liberalización”, dice
literalmente una de las respuestas de esta encuesta telefónica, a 1.094
personas, hecha el pasado febrero.
La misma también señala que el 68% cree que el cambio es una mejora
para los consumidores y un 42% que es una oportunidad para los
comerciantes. Asimismo, el 56% dijo haber comprado en domingos y
festivos el último año, aunque al ser primera encuesta y estar hecha
solo para Madrid, no se sabe si eso es más o menos que antes o si es más
o menos que en otras autonomías.
Pero, más allá de la percepción y el perfil de los usuarios —compran
en festivo más hombres que mujeres y siete de cada 10 titulados
universitarios—, la Comunidad también ha querido ofrecer la imagen del
impacto económico de la medida, aunque esta depende mucho de la
estadística que se elija para ello. En este caso –en el estudio que
acompaña a la encuesta recién presentada—, la Consejería de Economía y
Hacienda ofreció los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que
dice que, entre el segundo trimestre de 2012 y el último de 2013 el
comercio minorista de la Madrid aumentó el número de empleos en 12.967
(un 5,2%), mientras que en toda España se perdieron 12.012 (-0,7%).
Ángel Luis Martín, director general de Comercio de la Comunidad, vincula
esa mejora a la medida liberalizadora, pues esos datos muestran una
aceleración en la creación de empleo
en el sector a partir de 2012. “Entendemos que la liberalización de
horarios ha conseguido el objetivo de creación de empleo”, asegura.
Sin embargo, si se toma otra encuesta, también del Instituto Nacional
de Estadística (INE), la imagen es la contraria: no solo no se ha
creado empleo, sino que se ha destruido por encima de la media española.
El Índice de Comercio Minorista (encuesta específica para el sector)
señala que Madrid fue la sexta autonomía con mayor bajada de empleo
interanual en diciembre de 2012 (-2,8); la tercera en diciembre de 2013
(-2,5) y la segunda, según el último dato publicado, de febrero de 2014
(-2,2). Mientras, las cifras fueron mejores en autonomías más
restrictivas con los horarios, como Cataluña y Navarra.
¿Cuál es la estadística buena? Según la Comunidad, la EPA, porque “la
muestra es más fiable y es la que se utiliza para las comparaciones
internacionales de Eurostat [la oficina estadística de la UE]”, asegura
Martín. “Es justo al contrario”, defiende, sin embargo, el catedrático
de Comercialización en la Universidad Autónoma de Madrid Ignacio Cruz
Roche. Si en la EPA se toman todos los sectores de actividad de todas
las comunidades, al final la muestra de comercio minorista para Madrid
(y para todas las autonomías) es muy pequeña, con lo que el margen de
error es muy grande. “La prueba es que el nivel de ocupación del Índice
de Comercio Minorista del INE se publica y se ofrece a todo el mundo,
mientras que los datos de ocupados por especialización de la EPA por
comunidades, no”; hay que pedírselos específicamente al INE para que los
prepare, explica el profesor de la Autónoma y ex director general de
Política Comercial con los Gobiernos socialistas.
Ese índice también dice que la venta al por menor cayó en Madrid en
febrero de 2014, comparado con un año antes, 2,9 puntos, muy por encima
de la media (-0,3%) y la segunda cifra mayor de caída solo por detrás de
Aragón (-5). En este caso, Martín acepta este índice como principal
referencia, pero lo desvincula de la medida liberalizadora y lo achaca a
una contracción general del consumo en un contexto de crisis
prolongada. “Habrá que esperar a que se estabilice el consumo y haya una
serie más larga”, asegura.
Noticia: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/04/14/madrid/1397497306_960246.html
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